domingo, 28 de noviembre de 2021

A vueltas con la necesaria Reforma del Poder Judicial en España.


 Ante el bochornoso espectáculo de los dos principales partidos políticos mercadeando por un puesto en el órgano de control de los jueces: el Consejo General del Poder judicial y en el superfluo Tribunal Constitucional, que bien podría y debería ser sustituido por una Sala Especial del Tribunal Supremo como exponemos en el vídeo, se hace necesaria una profunda Reforma del Poder Judicial.

Se justifica esta reforma por mandato de la propia Constitución, la tan mal llamada como numerosas veces prostituída Constitución, como podremos ver a poco que nos esforcemos.

Proclama ésta en su primer artículo:

Artículo 1.
1. España se constituye en un Estado social y democrático de 
Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.
2. La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que
emanan los poderes del Estado. 

....

En cuanto a la afirmación que se hace en el apartado 1, cabe decir que es más una pomposa declaración de intenciones que una constatable realidad.

En cuanto al contenido del apartado 2, no hay lugar a duda alguna sobre su inbcumplimiento, pues a cuarenta años de su proclamación, podemos constatar que en España tan solo hay un poder, el Ejecutivo, que cooptado entre las "capillitas" de poder de los partidos que obtienen una mayoría electoral en elecciones viciadas, y aceptado sumisamente por S.M. el Rey, dispone a su antojo de lo que hayan de hacer los restantes poderes del Estado e incluso la Fiscalía General, que también debería ser elegida. 

Desde que un supuesto ingeniero técnico electricista de Sevilla, librero aficionado, que acudía a los toros en Sevilla desde Faro y a su amante Roma en un Mystére del ejercito del Aire, declaró solemnemente la muerte de Monsieur Charles Louis de Secondat, Barón de  Montesquieu en una sesión de las Cortes, en su Congreso de Diputados, sólo importa en España el Gobierno.

Hasta el punto de considerar que SEGUIMOS ESTANDO SOMETIDOS A UN ESTADO DE ALARMA QUE ADEMÁS HA SIDO DECLARADO INCONSTITUCIONAL, al mantenerse vigentes todas las medidas adoptadas durante los escasos días en que estuvo vigente, como lo demuestran:

1. El uso obligatorio de innecesarias y perjudiciales mascarillas en trenes, autobuses e interior de establecimientos.

2.  El inncesario mantenimiento de una distancia de seguridad interpersonal, para evitar supuestos contagios de una supuesta enfermedad, que no está causada por virus i por otro organismo unicelulat o pluricelular vivo.

3. La arbitraria exigncia de un "salvocinducto" de vacunación contra el inexistente SARS COV 2, que ningún Gibierno del planeta tiene constancia de haber sido aislado de tejido humano purificado, secuenciado y estudiado científicamente, causante de la enfermedad comercial covid 19.

4. La ilegal exigencia de vacunación para poder tener acceso a desplazamietos, visitas hospitalarias, e incluso trabajos.

¡YA ES HORA! ¡DESPERTEMOS!

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Para más detalle, pueden acceder a través de este enlace a una publicación de Word Press.