jueves, 5 de marzo de 2020

¡ADIÓS, PETANCA, ADIÓS!



¡ADIÓS, PETANCA, ADIÓS!
Corría por Cáceres el año...
Gobernaba, mal, pero gobernaba España, un indeseable sujeto, inane moral, intelectual y político que era aclamado por sus huestes como ZP; otros lo llamábamos por las cualidades inherentes a su despreciable persona, como el tiempo se ha encargado de ir demostrando: MMMBS, que es el acrónimo de Muy Malvado Miserable y Bobo Solemne, que con el tiempo -la Tierra es del viento, en pomposa declaración cabe los vikingos- pudimos ampliar con otra M, la de Mamarracho, pasando a ser el MMMMBS.
Parió su calenturiento magín un tenebroso plan para dizque reactivar la economía, en la que por entonces jugábamos en la “CHAMPIONLÍ”, y que pasó a llamarse Plan ZP, en lenguaje más preciso de sus acólitos de partido, fechorías y prensa adicta.
Consistía este plan en regar con dinero público, ése que la lumbrera de Carmen Calvo dice que no era de nadie, proyectos de desorbitado gasto, en los que a veces importaba más incluso el preceptivo cartel que diera pomposa publicidad de la magnificencia y magnanimidad del ya mentado preboste.
Uno de estos proyectos no fue otro que el de acondicionar un reducido espacio a las traseras de las pistas polideportivas de San Francisco, a la vera misma de la Fuente Fría, para que sirviera de esparcimiento a jubilados para el juego de la petanca, importado de la Francia republicana en detrimento de los bolos leoneses a los que de niños jugábamos los hoy jubilados, cuando los Reyes Magos nos premiaban con ellos.
Se hizo la cancha, a la que se le puso cerramiento con valla, puerta de acceso ¡y candado!
Candado que nunca se abrió para acceder a la cancha, en la que jamás vi a nadie jugar, no ya a petanca, sino a nada, ni siquiera a bolos, peonza o bolindres, que en otros lares llaman canicas.
Andando el tiempo, el cerramiento quedó tumbado por los clanes de vándalos que celebran sus orgías en las proximidades, protegidos por la clamorosa ausencia de Policía Municipal, que no osa pisar dicho recinto. Sólo la puerta ¡y el candado! quedaron incólumes a esos juveniles y vandálicos efluvios, como ya tuve ocasión de denunciar en un par de vídeos como éste que publiqué en YouTube:
Ayer acudí de nuevo a la Fuente Fría para proveerme de su rica agua, para consumo de boca y guisos y cuál no fue mi sorpresa al ver nuevamente expedito el espacio en su día utilizado por la clase edilicia local a la mayor gloria del MMMMBS.
Tan sólo han quedado las cicatrices que la herida infligida al verde césped del parque, para que las futuras generaciones alcancen a ver y comprender hasta dónde puede llegar la inanidad moral, intelectual, política y económica de un sujeto como éste, coreado por cientos de replicantes distribuidos por nuestra vieja, gastada y cansada piel de toro.
Vae Hispanis!